... fue la excusa para tocar por primera vez en Baeza, la ciudad donde nací hace ya unos años.
Lo del pasado jueves fue una experiencia inolvidable. Siempre es bonito tocar en un teatro. Siempre es bonito cuando las gradas llenas te escuchan y sientes que estás gustando. Pero es mucho más especial cuando sabes que en esas gradas hay tanta gente que te quiere.
El material que ilustra este post sale directamente de la factoría Tornero. La foto es de mi primo Nono Tornero, quien me pasó las primeras cintas y vinilos de Silvio que tuve para empezar mi colección. El vídeo de Cristóbal Tornero, con quien tantas y tantas tardes de risas y juegos he pasado durante toda una vida. Son dos grandes (muy grandes diría yo) en lo suyo, como puede apreciarse. Pero sobre todo son (siempre lo han sido) una fuente inagotable de cariño y enseñanzas. Es un privilegio ser parte de mi familia... sólo confío estar haciendo méritos para merecerlo.
Mañana prometo volver y anunciar el concierto del jueves y el del sábado... pero hoy os dejo que disfrutéis con una noche inolvidable para mí.
